Monday, April 7, 2014

Despidiéndome de Molo...

Hace días que no escribo... lo se... En Molo me cuesta encontrar el momento y, sobre todo, el sitio! Encontrar un sitio donde haya buena conexión no es fácil.

Durante estos días en Molo he estado para arroba y para abajo. Vino Calvin unos días ya que vamos a empezar un proyecto deportivo en Molo. Os explico.

En Molo, después de la iniciativa de Lucy y Samuel, aparecieron algunas organizaciones dispuestas también a ayudar a los niños y las niñas de Molo. Algunas organizaciones ya exisitían pero necesitaban ser reforzadas. Todas ellas se juntaron para crear una red en la cual los representantes se unieran una vez al mes y así poder intercambiar impresiones y ayudarse entre ellas. Entre dichas organzaciones están "Arise and Shine" (otro orfanato en Molo) y The Molo Street Children Project (organización de ayuda a los niños de la calle) entre otras.

El proyecto deportivo consistiría en crear una academia de deporte en la cual empezaremos con fútbol donde los niños y niñas de las diferentes organizaciones de la red interesados en el deporte puedan entrenar dos veces por semana después del colegio y los fines de semana. De esta manera se prepara a los niños y niñas en deporte (más adelante se introducirá atlestismo) y así poder optar a recibir becas deportivas para seguir estudiando en secundaria. A su vez, evitamos que los niños estén en la calle después del colegio y el fin de semana o en casa ya que algunas realidades son muy duras y les ofrecemos una actividad sana y educativa.

El proyecto está en proceso de creación pero ya tenemos a varias personas interesadas en participar, entre ellos Teacher Mwangui y un ex-profesor de Chazon, Teacher Duncan.

En esa semana, nos fuimos otra vez a Kakamega y a Wawidhi para visitar los proyectos. En Kakamega estamos teniendo problemas de comunicación con la escuela... tuvimos que volver a "hablar" con la señora contable de la escuela... Llevo dos semanas pidiéndole que me envíe los recibos de los pagos pero me pone excusas... habrá que sgeuir insistiendo.

En Wawidhi las cosas se van moviendo pero pole pole (poco a poco). El tema del pozo no es barato y estamos intentando encontrar la opción más económica pero, a su vez, con buenos resultados.

Volví a Molo y ayer ya me vine para nairobi a pasar mi última semana. Mi último día en Molo, el sábado, lo pasé en el orfanato y la verdad es que fue un gran día. Llevé música y estuvimos bailando hasta que me tuve que ir. la despedida no fue nada fácil. Winnie, Edwin y karanja se pusieron a llorar y no pude evitar ponerme a llorar yo también. Florence, la mama de la casa, me acompañó a la puerta, me abrazó y se puso también a llorar. Fue duro...

A la mañana siguiente Samuel, Lucy y Jemimah me acompañaron a la estación de matatus y nos despedimos rápidamente sin darnos opción ni tiempo a llorar. Me dejaron y se fueron quedándonos todos con la sensación de que me iba otra vez a Kakamega, Wawiwdhi o Nairobi y que iba a volver en unos días. Pero esta vez no es así.

Ahora estoy en Nairobi, y justo hoy me queda una semana para irme. Voy a ir a Kibera cada día para visitar los proyectos y, el lunes, al aeropuerto.

Este día tenía que llegar en algún momento.


Tuesday, March 18, 2014

Eric...

Ayer fue uno de esos días en los que preferirías haberte quedado en la cama...

La semana pasada estuve en Nakuru con Susan y la verdad es que fue una muy buena semana. Estuve en su escuela donde suelo ir a hablar a los estudiantes en sus clases y visité una escuela nueva de secundaria para chicas con dificultades abierta por un colega de Susan. la escuela me encantó y la dedicación de los profesores también. Hay 8 niñas masai que estuvieron cantando y bailando para mi. Muchas niñas no pueden pagarse la secundaria pero la escuela las ayuda. Se me ocurrió la posibilidad de llevar a nuestras niñas de Chazon en un futuro a través de la Fundación Cronos, pero todo se andará.

Ayer ya tenía que regresar a Molo. El día estava muy gris porque ya han empezado la época de lluvias, pero me fui para el centro a coger el matatu a Molo. Fue llegar al centro y empezó a caer el diluvio universal, así que llegué a la estación de matatus totalmente empapada...

En Molo no llovía así que empecé a caminar para casa. Vi a tres niños de la calle y me saludaron, les miré de reojo y seguí caminando pero algo me dijo que parara. Me giré y ahí estaban William y Moses, los hermanos de Eric.

Para los que no sepan quién es Eric y no quieran leerse todo los posts del 2010 y 2011, os resumiré diciendo que Eric era un niño de la calle que Lucy y Samuel llevaron a la escuela y le buscaron una familia de acogida. Le conocí en 2010 y me encariñé muchísimo con él. Durante todo el 2010 fue un alumno ejemplar e incluso en su casa de acogida las cosas iban muy bien. Eric nos dijo que tenía dos hermanos y los trajimos a la escuela también. Los tres tienen la misma madre pero Moses tiene diferente padre. La situación familiar era muy complicada en casa pero Lucy y Samuel intentaron también ayudar a la familia entera.

En el 2011 Eric empezó a comportarse mal, se escapó dos veces de la escuela y lo encontramos pero desapareció una tercera vez y se llevó a sus hermanos.

Los buscamos por Molo y alrededores pero no los encontramos así que les dimos por perdidos, los padres tampoco sabían nada... pero tampoco mostraban mucho interés. Desde Barcelona seguí preguntándole a Lucy si sabían algo de Eric pero no hubo suerte.

Ayer, me encuentro a sus hermanos. Sucios, con ropas rotas... han estado durmiendo en la calle seguro. Les llamo y vienen haciia mí. William y Moses no se si me reconocen porque en el 2011 eran pequeños y les digo que soy Iratxe. Moses sonrié y le dice algo a William diciendo mi nombre y los doos sonrien, saben quién soy. Les pregunto por Eric y me dicen que está en casa. Les pregunto si van a la escuela y me dicen que sí. Pero mienten, ni Eric está en casa ni van a la escuela.

La comunicación oon William y Moses es muy dificil porque no hablan inglés y mi kiswahili es muy pobre pero les intento decir que le digan a Eric que estoy aquí y que me gustaría verle. Les compro algo de comida y, con mucho dolor, sigo mi camino. Al cabo de un rato oigo que alguien viene corriendo detrás mio, son William llorando y Moses detrás, otros niños de la calle les han robado lo que les había comprado... Les digo que no lloren y a lo lejos veo a otro niños más grande que viene corriendo. Es Eric. Mi Eric.

Le veo acercarse y el tiempo parece que se relentiza. Le empiezo a reconocer, está más grande, han pasado tres años desde la última vez. Pero sus ropas están ropas y sucias. Está durmiendo en la calle.

No me puedo creer que esté ahí con Eric. Había perdido toda esperanza de volver a verle. Pero está ahí. Le empiezo a preguntar por qué se fue, qué ha pasado, Eric agacha la cabeza... sabe que no se estuvo portando bien y no sabe qué decirme. Me da tantísima lástima. Me rompe el corazón.

Le pido que por favor vayan a casa pero me dice que Moses está viviendoo con su padre biológico pero que William no quiere volver a casa porque su padre (en verdad es su padrastro) le pega y mucho. Eric me acaba diciendo que él también está en la calle.

Llamo a  Lucy y le explico que estoy con los tres hermanos pero me pide que por favor vaya a casa y hablemos. Les compro algo de comida y le pido a Eric que se asegure que nadie se lo quite a sus hermanos más pequeños. Me despido de ellos pero le digo a Eric que si me ven por la calle que me vengan a hablar porque quiero seguir sabiendo de ellos.

Con el corazón roto me voy para casa y les dejo atrás.

Hablo con Lucy y Samuel y me comentan que han estado durante mucho tiempo intentando localizarles. El problema es que los niños de la calle se mueven de pueblo en pueblo porque si se quedan mucho en uno la policia los coje y les lleva a unos centros de niños de la calle donde lo pasan realmente mal. Eric y sus hermanos estuvieron dando vueltas, los encontraron, se volvieron a escapar y ya no han podido hacer nada más.

Le pregunto a Samuel si por lo menos podemos llevar a William al orfanato de Chazon pero me dice que no sevirá de nada, se volverá a escapar.

Es duro oirlo pero Lucy y Samuel son los que están aquí cada día y saben de qué hablan. Eric, William y Moses no son los únicos niños de la calle que han tenido en Chazon y que han vuelto a la calle... Es muy duro, pero es así.

Me quedé con muy mala sensación ayer y, después de Eric, intento no encariñarme tanto con un niño o una niña aunque a veces es muy dificil porque algunos, como Daddy, es imposible no encariñarse.

Para darle un poquillo de humor a este "dramático" post... Por la mañana, en casa de Susan en Nakuru, la señora que limpia la casa me limpió las bambas de trekking que llevo y no me las pude poner porque estaban empapadas así que me fui para Molo con mis sandalias. Llegando a casa de Lucy y Samuel el camino es muy malo y si llueve se llena de barro así que cuando llego a ese tramo, empiezo a caminar pero se me hace casi imposible porque me voy resbalando todo el rato así que digo"a la mierda!" y me quito las sandalías y empiezo a caminar descalza por el barro... La gente que me ve se queda alucinada y les oigo comentar que hay una mzungu caminando descalza!!! Se quedan alucinados...

Cuando llego a casa veo a Samuel que se queda con la boca abierta y empieza a llamar a Lucy "Luucy! Tu hija a llegado!" y cuando sale Lucy de casa a recibirme se queda parada, se empieza a reir y va corriendo a coger la cámara para hacerme una foto.

Definitivamente, ya soy toda una mujer africana!






Tuesday, March 11, 2014

No, no os tengo abandonados…

Sé que hace varios días que no escribo pero desde que he llegado a Molo esto ha sido un no parar.

Mis últimos días en Nairobi fueron buenos, aunque pasaron algunas cosillas en Kibera que hicieron replantearme el programa de voluntariado. Sé que los programas de voluntariado son una fuente de ingresos para las asociaciones y ONGs pero, personalmente no lo llevaría a cabo en Kibera por un tema de seguridad. Incluso a veces me gustaría eliminar el propio programa de voluntariado en Molo porque a menudo traen más inconvenientes que beneficios para la comunidad y son una carga de trabajo para los locales, pero actualmente es una fuente de financiación para los proyectos y es difícil dejar dichos programas a un lado.

En Kibera, en Slumsoka concretamente, queda mucho por hacer todavía y creo que la Fundación Cronos debería centrar su apoyo en este programa durante un tiempo para poder mejorar las condiciones y, después de unos meses o años, dejar que camine solo.

Hablando de caminar… Caminar por Kibera no es fácil a veces. Las calles “anchas” de golpe se convierten en calles estrechas con barro y agua con desechos, moscas, agujeros… En Kibera acostumbro a seguir a Calvin que camina por sus calles como si levitara pero muchas veces me sentía como el Albert Om en el programa “El Convidat” cuando seguía a Kilian Jornet por la nieve (el segundo caminando como si la nieve fuera asfalto y el primero tropezando y metiendo los pies donde no debe…).

Dejé Kibera y Nairobi el 2 de marzo ya que llegaron mi amiga Tiziana con su amiga Maria Vittoria a pasar una semana en Molo. Las fui a recoger y nos encaminamos a Nakuru y de allí a Molo. Al día siguiente se nos unieron dos voluntarios más de Pamplona, Sara e Igor y, junto con Jason, un chico americano de 19 años familiar “político” de Lucy y Samuel, estuvimos toda la semana en el colegio y el orfanato sin parar.

El fin de semana pasado las dos italianas y los dos pamplonicas se fueron de safari y llegó Fernando, un voluntario de Burgos. Tiziana y Maria Vittoria ya se han ido y aquí seguimos los demás.

Me ha encantado volver a ver a mis niños, sobre todo a los del orfanato. Daddy está para comérselo a besos. Pasé una noche en el orfanato y me di cuenta que aún hay muchas cosas por hacer y por mejorar.

Ayer estuve en Kericho con Lucy y Samuel, fuimos a visitar dos orfanatos. Es bueno conocer otras realidades y otras maneras de trabajar para coger ideas y aportarlas a los otros proyectos.

Hoy me voy a Nakuru a pasar la semana con Susan hasta el domingo. El lunes que viene llega Calvin a Molo a quedarse durante 5 días y el fin de semana nos vamos otra vez a Kakamega y a Wawidhi a ver cómo van los trámites para iniciar la construcción del pozo.

Como veis no paro, voy para arriba y para abajo todo el día. El viernes pasado estuve con fiebre y anginas así que ese fin de semana descansé para poder coger fuerzas y seguir trabajando. El domingo ya estaba totalmente recuperada.

Pues nada, me queda aquí un mes y tres días… El tiempo va pasando sin que una se de casi cuenta, pero bueno, aún estoy aquí así que no voy a pensar en el tiempo que me queda.
Por cierto, Peninah, la mujer de Patrick, se ha convertido en toda una experta cocinera de tortilla de patatas. La pobre ha tenido que aprender de mí (una pésima cocinera) pero con una que hice en su casa ya tuvo suficiente para ir haciendo e invitando a sus amigos y familiares. Dentro de poco… ¡restaurante español en Nairobi!

Friday, February 21, 2014

Llegando a Slumsoka Kibera

Para que os hagáis una idea del recorrido que tengo que hacer para llegar a Slumsoka Kibera os dejo este video que se grabó en una visita que la Fundación hizo en 2011.

http://www.youtube.com/watch?v=Uohry12bT3E

Slumsoka organiza lo que ellos llaman "clean-ups" donde los niños beneficiarios del programa y de otros programas como el de Kimta, se reunen para limpiar la zona que, como veis en el vídeo, es muy necesario.

Gracias a todas estas actividades deportivas,educativas y de limpieza, Slumsoka y Kimta consiguen que los niños, al salir del colegio, estén ocupados en actividades sanas y no acaben por la calle sin hacer nada o involucrándose en actos delictivos (algo muy común en Kibera).

Os dejo también un artículo de El País en el cual se habla de Kibera por si queréis conocer un poco más esta realidad:

http://elpais.com/elpais/2013/02/04/eps/1359983883_179958.html

Y, An Introduction to Kibera:

http://www.youtube.com/watch?v=IwPQHlhaI5g

Ero kamano.

Thursday, February 20, 2014

¡De Nairobi de toda la vida oiga!


Ya va a hacer casi dos semanas que estoy en Nairobi y puedo ir diciendo que me estoy adaptando a esta ciudad estresante.

Liz sale de casa cada día a las 7 de la mañana para ir a trabajar así que empiezo el día siempre sola. Desayuno y a ducharse con cubos porque en Nairobi, lo del agua, es un verdadero problema… El agua aparece dos veces por semana si hay suerte porque durante mi primera semana no llegó ni un solo día y los tanques y garrafas de agua en casa iban escaseando…

Hace un par de días, al llegar a casa, abrí el grifo y salía agua así que como loca me puse a llenar garrafas y a cargarlas antes de que se acabara el chollo… Cuando llegó Liz a casa alucinó y me decía que soy toda una mujer africana cargando las garrafas… pero ni de coña, con un par de metros tenía el brazo casi dislocado y aquí las mujeres se cuelgan las garrafas a la espalda o en la cabeza y a caminar kilómetros…

Después de ducharme salgo para Kibera en mis dos autobuses (el amarillo y el azul) y, si tengo suerte con el tráfico, igual tardo hora u hora y media, pero como el tráfico sea malo… puedo tirarme hasta tres horas…

Cuando bajo del autobús amarillo estoy en pleno centro de Nairobi y mi objetivo consiste en ir esquivando a toda la gente que camina por la calle en dirección al punto de salida del autobús azul que va hacía Kibera (como dice el actor y cómico Churchill en la película “The first grader”: No! No es una manifestación, es la gente caminando por las calles de Nairobi!).

Si estás parado por el tráfico, empieza a subir gente al autobús a venderte cosas, desde chicles hasta medicinas naturales… El otro día se subió un señor a vender sus medicinas, vendía por ejemplo uno bote con unos cristales que, por el poco kiswahili que tengo y por las palabras en inglés que mezclan cuando hablan, entendí que te prevenía de la tos.

Cada día para mi es una aventura aquí, y cada día sucede algo nuevo, pero ya estoy entrando en la monotonía del día a día y, los primeros días, me tomaba como una aventura el llegar a Kibera… ahora, cuando tardo tres horas, llego a Kibera cabreada aunque se me pasa enseguida.

He ido teniendo varias reuniones con gente interesada en ayudar a Slumsoka. Todas estas reuniones y contactos los encuentra Calvin y me invita a participar en los encuentros. Esta semana tuvimos una reunión con el propietario de una escuela de tenis en la zona de ricos de Nairobi. Estas reuniones a veces duran horas y horas… hablan lentamente y se toman su tiempo pensando. Después de hablar sobre un solo tema durante unas dos horas y media, el propietario accedió a facilitar material a Slumsoka para sus clases de tenis, así como a enviar a entrenadores para que enseñen a los niños de manera voluntaria y también le dijo a Calvin que, mientras no tenga una oficina de Slumsoka, podría usar las suyas!

Hemos seguido preparando el programa de voluntariado pero no nos está siendo fácil porque los hoteles donde los voluntarios podrían quedarse no son baratos (y eso que me dedico a regatear como buena keniana). También hay familias en la zona que se ofrecen a recibir a voluntarios en sus casas pero los precios que piden por semana son muy elevados, así que estamos intentando negociar ya que, aunque por mi parte prefiero que el dinero que vaya a pagar un voluntario se entregue a una familia de la comunidad que a un hotel, los principales beneficiario del programa tienen que ser Slumsoka y Kimta y de momento no lo estamos consiguiendo.

Hoy he hablado con Leonard Abara de Wawidhi y me ha comentado que está trabajando en el informe del pozo y que tiene ya casi ¾ partes del mismo elaborado. Le he dicho que volveré seguramente la última semana de marzo y así podrá entregarme el informe y los valoraremos juntos.

Hablo a menudo con Lucy y Samuel por teléfono, las cosas van muy bien por Molo. Han acogido a tres niños más en el orfanato y dicen que me echan mucho de menos… ¡y yo a ellos!

Por cierto... llevo desde que llegué evitando comer ugali (aquí ya saben todos que no me gusta nada...) pero el día tenía que llegar y cuando fui con Calvin a visitar a sus tios habían preparado comida: ugali con sukuma wiki... genial... Si te ofrecen comida no puedes decir que no así que... tuve que hacerlo y se que no va a ser la última vez...

Wednesday, February 12, 2014

Kibera

Ayer fue mi primer día en Kibera.

Kibera es el barrio de chabolas más grande de África y la Fundación Cronos colabora con dos proyectos en esa zona.

Kibera no te deja indiferente. No te puede dejar indiferente… creo que la palabra “inhumano” no es suficiente para describir la situación en la que viven miles y miles de personas: suelos sin asfaltar, barro y polvo, casas de láminas de aluminio o barro hacinadas, basuras, deshechos y excrementos por el suelo a falta de sistema de alcantarillado y cloacas, niños jugando en la calle en esas condiciones, sucios y pasando el rato entre las basuras. Se le hace a una inimaginable creerse que hay seres humanos  viviendo en esas condiciones, en esas condiciones infrahumanas. Pero la realidad es que sí viven así o, mejor dicho, sobreviven.

Me levanto pronto por la mañana ya que Liz me va a acompañar hasta el centro para enseñarme el camino y decirme qué autobes tengo que coger primero hasta el centro (uno amarillo y blanco con una estrella) y hasta Kibera (uno azul). Después de 3 horas para cruzar la ciudad en los dos autobuses por culpa de un tráfico de locura, llego a mi destino y allí me espera Calvin que me lleva a conocer el proyecto Kimta. Está en la zona Olympic, una área que, dentro de lo que cabe, no está tan mal (aunque creo que después de un tiempo aquí empiezo a normalizar cosas que no son normalizables). Me encuentro con Vincent Kegode, el director de Kimta y me explica los programas que llevan a cabo: programa de futbol para los chavales al salir del colegio, escuelita de nursery, clases de repaso de primaria y zona de estudio para los alumnos de secundaria de la zona y, los sábados charlas a cargo de profesionales de la sanidad para mujeres sobre temas diversos.

La verdad es que Kimta ofrece varios programas que están teniendo muy buena aceptación dentro de su comunidad. Hablamos de la posibilidad de crear un programa de voluntariado que compartan con Slumsoka Kibera (el proyecto de Calvin). Así que les pido que me detallen las actividades que ofrecerían y cómo lo organizarían. El único problema de crear un voluntariado en Kibera es que no es nada recomendable que los voluntarios pasen la noche dentro del barrio así que habría que buscar algún hostel donde se pudieran quedar.

Después de la reunión Calvin me lleva a visitar su zona y su proyecto. La idea de Calvin es ofrecer algo similar a lo que Kimta ofrece pero para los vecinos de su zona. Llegar al “campo de futbol” no es fácil… los caminos se empiezan a complicar con calles estrechas, aguas estancadas con desechos humanos, basura por todas las calles, olores fuertes…

Llegamos al campo pero antes conozco a Otieno, con el que Calvin comparte el proyecto, aunque Otieno solo entrena a algunos chavales, Calvin es el que de verdad se ocupa de buscarles escuelas y ocuparse del pago de las matrículas. El campo no es más que un trozo de tierra donde los niños juegan al salir del colegio.

Slumsoka Kibera juega en las ligas de la zona y, una vez los chavales han acabado la primaria, Calvin les busca la posibilidad de poder seguir estudiando en escuelas de secundaria que ofrezcan becas a deportistas (como los cuatro chavales de Kakamega), pero no es fácil, no todas las escuelas ofrecen esta opción, hay muchos niños y no todos despuntan en el deporte.

Calvin me quiere enseñar donde vive así que nos dirigimos hacía su casa que comparte con un compañero. La zona sigue siendo la misma así que las calles siguen teniendo las mismas condiciones. Me sorprende ver dónde vive, es una habitación pequeña con dos camas, una cocina. No sé si tiene baño, muchas casas de la zona no lo tienen y los vecinos usan letrinas comunitarias. Calvin es un chaval tan majo y tan válido. Igual que intenta que los niños salgan de Kibera,  ojalá él también pueda hacerlo algún día y vivir en mejores condiciones.

Voy a comer con Otieno y Calvin y al acabar decido irme porque no quiero que se me haga de noche por el camino, así que empiezo mi primer viaje por Nairobi sola. Como me dijo Liz “tú anda decidida y con seguridad, como si hubieras vivido aquí toda la vida”. El autobús que viene de Kibera me deja en el centro y camino decidida hacia la estación Odeon de donde sale el autobús a casa. La estación es una locura, los encargados de cada autobús y matatu gritan cual es su recorrido e intentan que te metas en el suyo y, aunque les digas que no vas en esa dirección, ellos insisten. Liz me había dicho de donde suelen salir y me acerco a esa zona. Veo que el primer autobús es amarillo y blanco pero no tiene estrella, el segundo sí, así que me pongo delante del segundo a esperar a que venga el encargado de autobús a que empiece a gritar. Se me acerca el encargado del primer autobús a decirme que me meta en el suyo. Le digo que voy a Uthiru y me dice que el suyo también va, así que le digo que no me subo en el suyo porque no tiene estrella! Todos nos acabamos riendo y el chico me da por perdida. Me monto en el segundo autobús y después de esperar a que se llene (porque aquí no hay horarios, hay que conseguir que se meta el máximo de gente posible para ganar más dinero), se pone en marcha. Cuando voy llegando a mi zona, por órdenes de Liz, me tengo que levantar y decirle al encargado del bus (que es el que va cobrando a la gente y el que abre y cierra la puerta) “Thiong’o” que es mi parada. Así hago y el chico se me queda mirando un rato supongo que intentando descifrar qué le estaba diciendo… Thiong’o tiene un sonido imposible de pronunciar para mí pero oye, soy mzungu y hago lo que puedo!

Esta mañana he quedado en el centro con Natalia, una chica portuguesa que lleva dos semanas viviendo en Nairobi porque a su novio le han trasladado y está buscando algo de voluntariado porque tiene mucho tiempo libre y necesita estar ocupada. Quedamos en el centro y tomamos un café mientras le explico los proyectos de la Fundación y quedamos en que mañana vendrá conmigo a Kibera.

Aún no anda del todo segura por la ciudad así que se mueve con taxi. Le doy los mismos consejos que Liz y Calvin me han dado a mí para moverme por Nairobi y quedamos en que mañana vendrá conmigo en autobús.

En el recorrido de vuelta a casa debo haber pronunciado mejor “Thiong’o” porque me han entendido a la primera!!!

Monday, February 10, 2014

Kakamega y Wawidhi

Jambo!

Veo que con facebook y whatsapp ya no hay tanto seguimento del blog como los años anteriores, pero seguiré escribiendo ni que sea solamente por la gente "old-school" (Xavi date por aludido).

El martes de la semana pasada dejé Molo, me dio lástima porque era justo cuando los niños de la casa empezaban a vivir en el orfanato pero se que voy a volver en un mes y podré ver cómo les va.

Me fui a Nakuru a esperar a Calvin que venía desde Nairobi en bus. Calvin es el responsable del programa de futbol para niños en Kibera. Les entrena cada día después del colegio y se ocupa de buscarles escuelas donde se le da importancia el deporte y en las que puedan ser becados por las mismas. La verdad es que conocer a Calvin fue toda una sorpresa, no creo que llegue a los 30 años y se desvive por los chavales. Tiene clarísimo la importancia de que puedan estudiar para poder salir del barrio de chabolas más grande de África, Kibera. Me dice que a veces se cuestiona por qué eligió seguir este camino cuando a él se le daba tan bien el fútbol y quizás ahora podría estar jugando en buenos equipos en Kenia o en el extranjero. Pero creo que es su naturaleza, no puede evitarlo. Él se ha criado en Kibera y conoce muy bien qué significa eso. Mucha gente de Nairobi no se atreven ni a pisar el lugar. Calvin no puede evitarlo y en el fondo, aunque ni él mismo lo entienda, algo le dice que tiene que estar ahí y echar una mano a la comunidad.

Llega su autobús a Nakuru y me monto en él. Vamos de camino a Kakamega a visitar la escuela donde la Fundación Cronos tiene becados a 4 niños que están estudiando secundaria. La escuela se llama Saint Ignatius Mukumu Boys High School y en ella, después de las clases, se practican muchos deportes (futbol, baloncesto, tenis, volley, rugby, atletismo,...). La Fundación Cronos tiene un acuerdo con la escuela: los padres o tutores de cada niño pagan un 10% del coste total, el resto lo pagan la escuela y la Fundación (50% cada una).

En el viaje se nos une un niños de Kibera el cual va a hacer pruebas de futbol para ver si la esuela lo beca.

Llegamos a la tarde a Kakamega y el director se ha tenido que ir a una reunión así que quedamos en reunirnos con él por la mañana. El niño que va a hacer las pruebas se queda en la escuela y mañana nos dirán cómo ha ido. Uno de los profesores nos acompaña a buscar un sitio donde pasar la noche. No es un lugar muy lujoso la verdad pero tampoco los necesitamos.

A la mañana siguiente el profesor nos viene a buscar y vamos para la escuela. Nos encontramos con la contable por unos malentendidos con los pagos de los niños, la mujer tiene muy mala leche y poca paciencia pero le pido que la tenga porque conmigo es la primera vez que habla y quiero entender bien qué está pasando. Así que se sienta y me explica los problemas que está habiendo. Luego nos recibe el director y nos dice que el niño que hizo las pruebas ayer es bueno y que quieren quedárselo pero que ya tienen todas las plazas para becas cubiertas para ese año así que necesitamos encontrar a alguien que le pague la matrícula que son 160 euros al año (algún interesado...???).

Después de hablar con la contable y con el director, que por cierto es un hombre muy majo, hablo con Raúl de la Fundación Cronos y acabamos de arreglar lo del tema de los pagos dejándolo todo limpio y claro.

Salimos de la escuela al mediodía y nos encaminamos hacía Wawidhi, una zona muy rural y seca donde la Fundación Cronos quiere construir un pozo.

Llegar a Wawidhi no es fácil... Primero hay que coger un matatu, de esos que pone "máximo 14 personas" y se meten más de 20, hasta Kisumu. Como están arreglando las carreteras vamos por caminos sin asfaltar y el calor, llegando a Kisumu, empieza a apretar. En Kisumu tenemos que coger otro matatu del mismo estilo hasta Ahero por las mismas carreteras... Una vez llegamos a Ahero dejamos las bolsas en el hostal donde nos quedaremos y conozco al manager el cual se presenta como Steve Biko. ¿Steve Biko le pregunto yo? ¿va en serio? Y me dice que sí. ¡Me encanta!

Salimos otra vez y cogemos otro matatu que nos deja en medio de una carretera donde tenemos que coger una moto que nos lleva a Wawidhi. En Wawidhi nos espera Leonard Abara, el jefe de la comunidad, un hombre encantador y muy contento de recibirnos. Nos recibe en su casa hecha de barro y poco a poco va a apreciendo gente que se va sentando alrededor mientras Leonard y yo hablamos del proyecto. Leonard me comenta que se hizo un estudio con la comunidad para concretar cuales eran las principales necesidades que la comunidad de Wawidhi tiene y poder priorizarlas por orden de urgencia. Las primera es el acceso al agua. Le explico que antes de llegar a Kenia me estuve informando de cuales son los pasos a seguir para poder construir un pozo y, para empezar debe contactar con el Ministerio del Agua y hacer que un geohidrólogo visite la zona y que estudie si el objetivo es viable y en qué zona. Wawidhi es una zona seca, muy llana y con casas de barro (algunas con techos de láminas de metal y otras de paja) muy dispersas en el terreno. Tienen un gran problema para poder abastecerse de agua, hay un pozo muy alejado de su zona por lo que les impide transportar grandes cantidades de agua (algo que hacen las mujeres a pulso).

Leonard Abara me asegura que se va a poner manos a la obra y que antes de que me vaya de Kenia tendrá  un informe hecho para que me lo lleve y podamos estudiarlo en España.

La comunidad está tan contenta que me quieren dar un nombre luo, la tribu a la que pertenecen. Me dicen que los luos tienen dos formas de dar nombres, uno dependiendo de la hora en la que naces, así que, como yo nací al mediodía me toca Achieng; y la otra es poniendo nombres de gente a la que admiran, ahora entiendo lo de Steve Biko... Me dice que no me estrañe que vuelva un día y que me encuentre a niñas que se llamen Iratxe!

Nos vamos de Wawidhi casi al anochecer. Era la visita que más nervios me creaba porque al ser una zona alejada y muy rural no sabía qué me iba a encontrar y la verdad es que salí encantada de ahí y con muchas ganas de volver en abril a ver los avances de Leonard.

A la mañana siguiente ya nos encaminamos para Nairobi, 8 horas de autobús eternas...

En Nairobi me espera Liz, la hermana de Lucy y llegamos a su casa. Durante estas tres semanas voy a ir visitando los proyectos en Kibera, así que ya os iré contando.

Abrazos de mzungu!!!

Iratxe Njoki Achieng