Thursday, February 20, 2014

¡De Nairobi de toda la vida oiga!


Ya va a hacer casi dos semanas que estoy en Nairobi y puedo ir diciendo que me estoy adaptando a esta ciudad estresante.

Liz sale de casa cada día a las 7 de la mañana para ir a trabajar así que empiezo el día siempre sola. Desayuno y a ducharse con cubos porque en Nairobi, lo del agua, es un verdadero problema… El agua aparece dos veces por semana si hay suerte porque durante mi primera semana no llegó ni un solo día y los tanques y garrafas de agua en casa iban escaseando…

Hace un par de días, al llegar a casa, abrí el grifo y salía agua así que como loca me puse a llenar garrafas y a cargarlas antes de que se acabara el chollo… Cuando llegó Liz a casa alucinó y me decía que soy toda una mujer africana cargando las garrafas… pero ni de coña, con un par de metros tenía el brazo casi dislocado y aquí las mujeres se cuelgan las garrafas a la espalda o en la cabeza y a caminar kilómetros…

Después de ducharme salgo para Kibera en mis dos autobuses (el amarillo y el azul) y, si tengo suerte con el tráfico, igual tardo hora u hora y media, pero como el tráfico sea malo… puedo tirarme hasta tres horas…

Cuando bajo del autobús amarillo estoy en pleno centro de Nairobi y mi objetivo consiste en ir esquivando a toda la gente que camina por la calle en dirección al punto de salida del autobús azul que va hacía Kibera (como dice el actor y cómico Churchill en la película “The first grader”: No! No es una manifestación, es la gente caminando por las calles de Nairobi!).

Si estás parado por el tráfico, empieza a subir gente al autobús a venderte cosas, desde chicles hasta medicinas naturales… El otro día se subió un señor a vender sus medicinas, vendía por ejemplo uno bote con unos cristales que, por el poco kiswahili que tengo y por las palabras en inglés que mezclan cuando hablan, entendí que te prevenía de la tos.

Cada día para mi es una aventura aquí, y cada día sucede algo nuevo, pero ya estoy entrando en la monotonía del día a día y, los primeros días, me tomaba como una aventura el llegar a Kibera… ahora, cuando tardo tres horas, llego a Kibera cabreada aunque se me pasa enseguida.

He ido teniendo varias reuniones con gente interesada en ayudar a Slumsoka. Todas estas reuniones y contactos los encuentra Calvin y me invita a participar en los encuentros. Esta semana tuvimos una reunión con el propietario de una escuela de tenis en la zona de ricos de Nairobi. Estas reuniones a veces duran horas y horas… hablan lentamente y se toman su tiempo pensando. Después de hablar sobre un solo tema durante unas dos horas y media, el propietario accedió a facilitar material a Slumsoka para sus clases de tenis, así como a enviar a entrenadores para que enseñen a los niños de manera voluntaria y también le dijo a Calvin que, mientras no tenga una oficina de Slumsoka, podría usar las suyas!

Hemos seguido preparando el programa de voluntariado pero no nos está siendo fácil porque los hoteles donde los voluntarios podrían quedarse no son baratos (y eso que me dedico a regatear como buena keniana). También hay familias en la zona que se ofrecen a recibir a voluntarios en sus casas pero los precios que piden por semana son muy elevados, así que estamos intentando negociar ya que, aunque por mi parte prefiero que el dinero que vaya a pagar un voluntario se entregue a una familia de la comunidad que a un hotel, los principales beneficiario del programa tienen que ser Slumsoka y Kimta y de momento no lo estamos consiguiendo.

Hoy he hablado con Leonard Abara de Wawidhi y me ha comentado que está trabajando en el informe del pozo y que tiene ya casi ¾ partes del mismo elaborado. Le he dicho que volveré seguramente la última semana de marzo y así podrá entregarme el informe y los valoraremos juntos.

Hablo a menudo con Lucy y Samuel por teléfono, las cosas van muy bien por Molo. Han acogido a tres niños más en el orfanato y dicen que me echan mucho de menos… ¡y yo a ellos!

Por cierto... llevo desde que llegué evitando comer ugali (aquí ya saben todos que no me gusta nada...) pero el día tenía que llegar y cuando fui con Calvin a visitar a sus tios habían preparado comida: ugali con sukuma wiki... genial... Si te ofrecen comida no puedes decir que no así que... tuve que hacerlo y se que no va a ser la última vez...

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