Monday, February 10, 2014

Kakamega y Wawidhi

Jambo!

Veo que con facebook y whatsapp ya no hay tanto seguimento del blog como los años anteriores, pero seguiré escribiendo ni que sea solamente por la gente "old-school" (Xavi date por aludido).

El martes de la semana pasada dejé Molo, me dio lástima porque era justo cuando los niños de la casa empezaban a vivir en el orfanato pero se que voy a volver en un mes y podré ver cómo les va.

Me fui a Nakuru a esperar a Calvin que venía desde Nairobi en bus. Calvin es el responsable del programa de futbol para niños en Kibera. Les entrena cada día después del colegio y se ocupa de buscarles escuelas donde se le da importancia el deporte y en las que puedan ser becados por las mismas. La verdad es que conocer a Calvin fue toda una sorpresa, no creo que llegue a los 30 años y se desvive por los chavales. Tiene clarísimo la importancia de que puedan estudiar para poder salir del barrio de chabolas más grande de África, Kibera. Me dice que a veces se cuestiona por qué eligió seguir este camino cuando a él se le daba tan bien el fútbol y quizás ahora podría estar jugando en buenos equipos en Kenia o en el extranjero. Pero creo que es su naturaleza, no puede evitarlo. Él se ha criado en Kibera y conoce muy bien qué significa eso. Mucha gente de Nairobi no se atreven ni a pisar el lugar. Calvin no puede evitarlo y en el fondo, aunque ni él mismo lo entienda, algo le dice que tiene que estar ahí y echar una mano a la comunidad.

Llega su autobús a Nakuru y me monto en él. Vamos de camino a Kakamega a visitar la escuela donde la Fundación Cronos tiene becados a 4 niños que están estudiando secundaria. La escuela se llama Saint Ignatius Mukumu Boys High School y en ella, después de las clases, se practican muchos deportes (futbol, baloncesto, tenis, volley, rugby, atletismo,...). La Fundación Cronos tiene un acuerdo con la escuela: los padres o tutores de cada niño pagan un 10% del coste total, el resto lo pagan la escuela y la Fundación (50% cada una).

En el viaje se nos une un niños de Kibera el cual va a hacer pruebas de futbol para ver si la esuela lo beca.

Llegamos a la tarde a Kakamega y el director se ha tenido que ir a una reunión así que quedamos en reunirnos con él por la mañana. El niño que va a hacer las pruebas se queda en la escuela y mañana nos dirán cómo ha ido. Uno de los profesores nos acompaña a buscar un sitio donde pasar la noche. No es un lugar muy lujoso la verdad pero tampoco los necesitamos.

A la mañana siguiente el profesor nos viene a buscar y vamos para la escuela. Nos encontramos con la contable por unos malentendidos con los pagos de los niños, la mujer tiene muy mala leche y poca paciencia pero le pido que la tenga porque conmigo es la primera vez que habla y quiero entender bien qué está pasando. Así que se sienta y me explica los problemas que está habiendo. Luego nos recibe el director y nos dice que el niño que hizo las pruebas ayer es bueno y que quieren quedárselo pero que ya tienen todas las plazas para becas cubiertas para ese año así que necesitamos encontrar a alguien que le pague la matrícula que son 160 euros al año (algún interesado...???).

Después de hablar con la contable y con el director, que por cierto es un hombre muy majo, hablo con Raúl de la Fundación Cronos y acabamos de arreglar lo del tema de los pagos dejándolo todo limpio y claro.

Salimos de la escuela al mediodía y nos encaminamos hacía Wawidhi, una zona muy rural y seca donde la Fundación Cronos quiere construir un pozo.

Llegar a Wawidhi no es fácil... Primero hay que coger un matatu, de esos que pone "máximo 14 personas" y se meten más de 20, hasta Kisumu. Como están arreglando las carreteras vamos por caminos sin asfaltar y el calor, llegando a Kisumu, empieza a apretar. En Kisumu tenemos que coger otro matatu del mismo estilo hasta Ahero por las mismas carreteras... Una vez llegamos a Ahero dejamos las bolsas en el hostal donde nos quedaremos y conozco al manager el cual se presenta como Steve Biko. ¿Steve Biko le pregunto yo? ¿va en serio? Y me dice que sí. ¡Me encanta!

Salimos otra vez y cogemos otro matatu que nos deja en medio de una carretera donde tenemos que coger una moto que nos lleva a Wawidhi. En Wawidhi nos espera Leonard Abara, el jefe de la comunidad, un hombre encantador y muy contento de recibirnos. Nos recibe en su casa hecha de barro y poco a poco va a apreciendo gente que se va sentando alrededor mientras Leonard y yo hablamos del proyecto. Leonard me comenta que se hizo un estudio con la comunidad para concretar cuales eran las principales necesidades que la comunidad de Wawidhi tiene y poder priorizarlas por orden de urgencia. Las primera es el acceso al agua. Le explico que antes de llegar a Kenia me estuve informando de cuales son los pasos a seguir para poder construir un pozo y, para empezar debe contactar con el Ministerio del Agua y hacer que un geohidrólogo visite la zona y que estudie si el objetivo es viable y en qué zona. Wawidhi es una zona seca, muy llana y con casas de barro (algunas con techos de láminas de metal y otras de paja) muy dispersas en el terreno. Tienen un gran problema para poder abastecerse de agua, hay un pozo muy alejado de su zona por lo que les impide transportar grandes cantidades de agua (algo que hacen las mujeres a pulso).

Leonard Abara me asegura que se va a poner manos a la obra y que antes de que me vaya de Kenia tendrá  un informe hecho para que me lo lleve y podamos estudiarlo en España.

La comunidad está tan contenta que me quieren dar un nombre luo, la tribu a la que pertenecen. Me dicen que los luos tienen dos formas de dar nombres, uno dependiendo de la hora en la que naces, así que, como yo nací al mediodía me toca Achieng; y la otra es poniendo nombres de gente a la que admiran, ahora entiendo lo de Steve Biko... Me dice que no me estrañe que vuelva un día y que me encuentre a niñas que se llamen Iratxe!

Nos vamos de Wawidhi casi al anochecer. Era la visita que más nervios me creaba porque al ser una zona alejada y muy rural no sabía qué me iba a encontrar y la verdad es que salí encantada de ahí y con muchas ganas de volver en abril a ver los avances de Leonard.

A la mañana siguiente ya nos encaminamos para Nairobi, 8 horas de autobús eternas...

En Nairobi me espera Liz, la hermana de Lucy y llegamos a su casa. Durante estas tres semanas voy a ir visitando los proyectos en Kibera, así que ya os iré contando.

Abrazos de mzungu!!!

Iratxe Njoki Achieng

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